EL BANCO AMARILLO.
Me dirigí a sentarme en el banco amarillo y recuerdo que fue sentarme en él y me invadió una sensación de apertura abrumadora. De hecho cuando abrí los ojos de nuevo, hallé una carta a mi lado. Acto seguido, abrí esa carta dispuesto a leerla y me encontré con el siguiente escrito:
"La historia de mi vida es tan breve que hasta yo puedo resumirla en dos palabras: incomprensión, es una y fatalidad, la otra.
Nací en medio de un bosque; con el calor y el amor incondicionado que me proporcionó mi madre la naturaleza.
Crecí fuerte porque mi padre, el sol, me dió fuerzas para ello; alegre y optimista, puesto que mis amigos los animales, me confiaban sus historias tras cobijarse en mi follaje.
Y con el pasar de los años, mientras mis hojas caían en otoño y mi corteza se hacía cada vez más gruesa, he presenciado la devastación que la mano del hombre ha causado en mis hermanos.
Ahora me encuentro solo entre humos de coches y fábricas...; y totalmente cubierto de basura; con mis ramas desquebrajadas, mi orgullo herido y aislado por completo de cualquier ser vivo civilizado.
Día tras día veo pasar cerca de mí, eso que los hombres llaman vehículos. Eso que incontables veces han dañado mi tronco y roto mis ramas.
Ya tan solo recibo algún que otro rayito de sol. Estas dichosas construcciones que se levantan hasta el infinito, no dejan que llegue hasta mí tan preciado tesoro.
Innumerables bolsas de plástico repletas hasta rebosar de basura colman ahora mi base como si de hierba se tratara, creyendo sustituir así las inimitables margaritas que crecían junto a mí.
Mis raices son viejas y desde mis orígenes hasta mi degradado estado actual he presenciado lo que puede llegar a hace la mano del hombre.
Pero aún tengo ESPERANZA, porque la esperanza es lo último que se pierde y aún creo que los hombres pueden aprender. Aprender, crecer y darse cuenta de que me necesitan para respirar porque yo puedo proporcionar el imprescindible oxígeno que les hace falta para vivir".
Tras concluir la lectura de la carta, llegó un tiempo de reflexión y me invadió una extraña sensación de tristeza, de Gran Tristeza!.
Una tristeza desoladora y absoluta.
Junto a ese sentimiento, las ideas se agolparon en mi cabeza; es curioso que la situación del árbol y de tantos árboles más, la haya causado la mano del hombre, de quien se vaticina ser la criatura más inteligente sobre la faz de la tierra. Aunque hace tiempo que tengo una duda al respecto de esta aseveración porque un ser tan inteligente, no destruiría su habitat y el ser humano está destruyendo su casa, cada vez más deprisa.
Así estuve reflexionando largo tiempo, al menos eso creo, antes de cerrar de nuevo los ojos.
Cerré otra vez mis ojos y al volverlos a abrir encontré frente a mí una pantalla gigante con múltiples departamentos o apartados en la misma donde se podía divisar...una solución?
En el primer monitor existía una frondosidad abrumadora; pero no se trataba de un bosque sino de un jardín vertedero. Allí se reciclaba todo.
¡Qué maravilla!
En el segundo monitor, lo que habían eran muchos molinos de viento y desde luego en ese lugar parecía haber mucho aire porque las aspas giraban a toda velocidad.
En otro departamento, como si de una televisión se tratara, también se podía observar la fuerza del agua, en una central hidroeléctrica.
Desde luego existía una fuerte apuesta por la energía renovable!
Otro monitor que me llamó mucho la atención, fué el observar esa multitud de placas solares. Había tantas!, ¿sería un desierto?
Desde luego este era también un modo de obtener energía limpia.
¿sería la solución?
Tan sólo tienes que cerrar los ojos, sentarte en un banco y respirar profundamente para trasladarte a otra dimensión”
Banco amarillo , De la pág.14 a la 17
Banco azul, De la pág. 19 a la 23
Banco rosa, De la pág 25 a la 29
Banco verde, De la pág 32 a la 35
Banco rojo, De la pág 37 a la 41
Banco violeta, De la pág. 43 a la 48
Banco gris, De la pág 50 a la 56
Banco Esperanza, De la pág 58 a 61
Te sugiero que cuando finalices la lectura en los bancos, leas también el final de la obra:
Última propuesta pág 63-66
Lo que debo hacer pág 67-68
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