Estudio de setas y hongos II
Manual del naturalista
El himenio
El himenio es la parte de la seta que se encuentra en la zona inferior del sombrero y es donde se producen las esporas. Generalmente está formado por láminas, pero también pueden ser poros, aguijones o pliegues.
Las láminas pueden aparecer también de diferentes maneras. Pueden ser numerosas o escasas, estrechas o anchas, con el borde liso, aserrado, sinuoso… También pueden adoptar diferentes formas respecto a su unión con el pie como se ve en la ilustración. A veces el color cambia con el tiempo y entonces es un indicador de la edad de la seta. Cuando se dice que una seta tiene por ejemplo láminas adherentes, significa que la mayoría son adherentes, pero no tienen porque serlo todas.
Formación del anillo.
Como dijimos, el himenio también puede estar formado por poros o agujeritos, que pueden adoptar diversas formas que anotaremos en el cuaderno. Algunas setas tienen el himenio cubierto con una membrana cuando son jóvenes. Al crecer, esta membrana se rompe y puede dejar en el pie un anillo, o si la membrana es viscosa deja unos restos pegajosos en el pie. Para ver bien las características del himenio seccionaremos transversalmente.
Tipos de himenio. De izquierda a derecha: láminas, poros, pliegues y aguijones.
Durante la formación de la seta el himenio puede estar cubierto por una membrana protectora que al crecer la seta puede quedar colgando en el pie como un anillo. Cuando esta membrana es sólo un velo de hilos muy finos se llama cortina, en otras ocasiones puede ser viscosa y deja el pie pegajoso. El anillo también puede adoptar otras formas, e incluso ser tan frágil que desaparece con facilidad.
El pie
El aspecto, color y forma del pie también es muy variable. Su superficie puede ser lisa, con escamas, con pelusa…
Debemos seccionarlo con nuestra navaja para ver si es hueco o macizo. También es importante anotar si es granuloso o fibroso. Los fibrosos muestran al partirlos las puntas de las fibras que los forman; los granulosos son más frágiles y quebradizos y no dejan fibras. Al principio puede no ser fácil ver esta diferencia, en ese caso es mejor considerar granuloso los pies que no tengan fibras.
La volva
Aunque son pocas las setas que tienen volva es importante saber distinguirlas, porque las principales setas mortales la tienen.
La volva son los restos de la membrana, que envuelve a la seta cuando se está formando dándole la apariencia de un huevo.
La volva puede adoptar también diferentes formas y consistencia. Con frecuencia permanece enterrada, por lo que debemos escarbar para verla.
La carne
La carne de la seta también puede ofrecernos pistas a la hora de identificarlas. Puede cambiar de color al tocarla o partirla y rezumar líquido. También puede poseer un olor característico como a anís, a fruta, a harina, mal olor…
Las esporas
Algunas setas sólo se identifican por detalles de sus esporas para lo cual es necesario usar un microscopio. Sin llegar a ese nivel el color de las esporas también es importante para la identificación. Suelen ser blancas, negruzcas, parduscas, amarillentas o rosadas. Averiguarlo es sencillo, sólo hay que quitarle el pie a una seta y dejar el sombrero sobre una hoja blanca, lejos de corrientes de aire, durante unas horas.
Qué equipo necesitas
El cuaderno y los útiles para dibujar las setas y tomar notas son esenciales, pues sin ellos no podríamos recordar todos los detalles de cada especie que encontremos.
Una navaja afilada nos permitirá cortar las setas por el pie sin estropear los micelios al arrancarlas.
Uno o varios buenos libros sobre micología serán imprescindibles para identificar los ejemplares que recolectemos.
Tanto si recolectamos para consumo como si sólo lo hacemos para el estudio lo mejor es utilizar cestas de mimbre en lugar de bolsas de plástico. No olvides que nunca debes mezclar las setas que vas a comer con las que son venenosas o desconoces.
Las fotografías de las setas pueden ser una ayuda complementaria a las anotaciones de nuestro cuaderno de gran importancia para identificar en el futuro las setas que no podamos reconocer con nuestras guías.
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