9. Conclusión
Niños de Villa Serdah en el Valle Khanasser en Siria
Fuente: EM
La desertificación es la degradación persistente de los ecosistemas de las zonas secas y afecta al medio de vida de millones de personas. En el año 2000, las tierras secas suponían un 41% de la superficie terrestre del planeta y albergaban a un tercio de la población humana. Buena parte de las tierras secas se encuentran ya degradadas, y la desertificación en curso es una amenaza que se cierne sobre las poblaciones más pobres y las perspectivas de reducción de la pobreza. Por todo ello, la desertificación es en la actualidad uno de los mayores desafíos medioambientales. Se ha convertido en un serio obstáculo a la hora de satisfacer las necesidades básicas del hombre en las tierras secas y provoca además una pérdida de bienestar humano.
La desertificación se produce, entre otros, por factores sociales, políticos, económicos y climáticos que contribuyen a un uso insostenible de recursos naturales escasos. Tanto el impacto como el alcance de la desertificación varían enormemente de un lugar a otro y cambian con el tiempo. Además, siguen existiendo grandes lagunas en nuestro conocimiento y en el seguimiento de los procesos de desertificación que, en ocasiones, impiden realizar actuaciones eficaces y con un coste razonable en zonas afectadas.
La desertificación también tiene efectos muy perjudiciales fuera de las tierras secas; por ejemplo, puede provocar un aumento en la frecuencia de las tormentas de polvo que afectan a zonas situadas a miles de kilómetros de las tierras desertificadas y problemas políticos y sociales a causa de las migraciones humanas.
En función del grado de aridez de cada región, es posible prevenir la desertificación y recuperar los ecosistemas de las tierras secas mediante intervenciones y adaptaciones concretas. Por lo general, la prevención es un método de lucha contra la desertificación mucho más eficaz que los intentos posteriores por recuperar zonas desertificadas, ya que estos son costosos y suelen ofrecer resultados limitados.
Los cuatro escenarios ideados por la Evaluación de Ecosistemas del Milenio para intentar conocer el futuro de la desertificación y el bienestar humano en las tierras secas muestran un probable aumento global de la superficie afectada por la desertificación, así como una estrecha relación entre el alivio de la presión sobre las tierras secas y la reducción de la pobreza. De acuerdo con los escenarios, los enfoques basados en la prevención serán probablemente los más eficaces contra la desertificación. Por lo general, la lucha contra la desertificación proporciona múltiples beneficios a escala local y mundial y contribuye a mitigar la pérdida de biodiversidad y el cambio climáticomundial atribuible al hombre. Las políticas de gestión medioambiental dirigidas a luchar contra la desertificación, combatir el cambio climático o conservar la biodiversidad están interrelacionadas en muchos sentidos. Por lo tanto, la aplicación conjunta de las principales convenciones medioambientales beneficiaría a las poblaciones de las tierras al generar sinergias y un aumento de la eficacia.
La lucha eficaz contra la desertificación es imprescindible a la hora de cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio y contribuirá a reducir la pobreza mundial. Las poblaciones de las tierras secas deben contar con alternativas viables de sustento para que sus medios de vida no provoquen más desertificación. Las alternativas deberían formar parte de las estrategias nacionales para la reducción de la pobreza y la lucha contra la desertificación. Más…
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